13 de septiembre de 2011

Por primera vez, la sociedad va por delante del arte




2 comentarios:

Rebeka October dijo...

Me encantan las tres fotografías, pero me quedo con la última.

El lado menos dulce de la vida. El lado amargo, el lado frío como un cubito de hielo, cuando el vaso está casi vacío.
Y lo susceptibles que estamos en ese momento...con los sentimientos a flor de piel.

Un beso.

Anónimo dijo...

Ya se que no contesta correos pero no puedo dejar de escribirle éste, ya que hace unos días me comprometí ha hacerle un comentario al finalizar la lectura de "Habitaciones cerradas". Repito lo que le dije: El libro, hasta la mitad, me fascinó. El final, me ha gustado muchísimo, la felicito. ¿Donde está el único aspecto que no me ha gustado tanto?. Usted juega muy bien con las idas y venidas a través del tiempo en la primera mitad, sin embargo entre la mitad del libro y el inicio del tramo final pienso que este juego temporal pierde efectividad. Hay algunos capítulos que al leerlos me preguntaba ¿donde va ahora esta mujer? ¿porque no ha introducido antes este apartado? Algún capítulo incluso me ha parecido que sobraba. Curiosamente, al final todo vuelve a la lógica del principio y creo que consigue, especialmente en los últimos párrafos, las mejores líneas del libro. Enhorabuena!! Lo estoy recomendando a mis amigos/as (siempre me preguntan pues les gusta bastante de mi criterio). Respecto a las cosas que no me han gustado, supongo que son debidas más a mis peculiaridades como lector que no a deficiencias de la novela que, repito, me ha encantado. Me quedo con ganas de leer otra cosa suya... tal vez pruebe con esta que, según leo, estuvo a punto de recibir un premio. Cordialmente
Eduardo