29 de mayo de 2011

Feria del Libro de Madrid

El próximo fin de semana estaré 
firmando Habitaciones cerradas (y lo que gustéis)
en la Feria del Libro de Madrid.
Este es mi plan:

Viernes 3
de 19 a 21
Caseta de Planeta
(nº 258)


Sábado 4
De 12 a 14
Caseta de Bookseller
(nº 88)


De 19 a 21
Caseta de Punto y Coma
(nº 203)


Domingo 5
De 12 a 14
Caseta de Planeta
(nº 258)

Ojalá nos veamos en el Retiro.

28 de mayo de 2011

Macmillan infantil y juvenil inaugura blog para padres y madres


Para explorarlo, haced click sobre la cabecera

27 de mayo de 2011

Supermami (Mujer Hoy) de mayo


26 de mayo de 2011

Carta de escritores peruanos


CONTRA EL REGRESO DEL FUJIMORISMO
Y A FAVOR DE  LA DEMOCRACIA


Quienes suscribimos esta carta expresamos nuestro enérgico rechazo ante la amenaza que, contra la democracia y la libertad de los peruanos, supone la posible resurrección de la dictadura fujimorista.

El régimen de Alberto Fujimori marcó el periodo más siniestro en la historia de nuestros gobiernos republicanos. Fue una década criminal cuyas funestas consecuencias no debemos olvidar, relativizar ni pasar por alto. En los últimos años, el mayor triunfo de la democracia peruana ha sido el rechazo a esa dictadura, el procesamiento judicial de sus líderes y el castigo legal a los innumerables delitos y crímenes contra la humanidad que cometió. El Perú debe rechazar una vez más la impunidad y reforzar su fe en una democracia con justicia para todos y con posibilidades de progreso dentro de un orden legítimo.

Los escritores que firmamos esta carta venimos de lugares muy distintos del espectro político peruano y tenemos ideas divergentes sobre cómo debería ser el manejo económico y social del Perú. Creemos, sin embargo, en el valor de la libertad, el rechazo a la criminalidad y a la violencia de estado, la defensa del orden legal y el respeto a los derechos humanos. Pensamos que estos son cimientos cruciales para la construcción de una nación justa y solidaria.

El candidato presidencial Ollanta Humala ha jurado públicamente defender esos principios. Creemos que nuestro deber en este momento es escuchar ese juramento y que nuestra obligación inmediatamente posterior será vigilar su cumplimiento. El presente nos ha dejado con esa alternativa que es la vía válida de oposición a la reinstauración de la dictadura.

La democracia es el ejercicio de una negociación: todo gobierno debe escuchar a su sociedad civil. La sociedad civil tiene el deber de guiar a su gobierno, hacer sentir su poder y su mandato y fiscalizar su rectitud. Pero esa negociación sólo es posible cuando el poder lo ocupa un movimiento político. El crimen está fuera de ese espectro: no se negocia con quienes han abandonado la política y han elegido la criminalidad.

Por estas razones, los abajo firmantes llamamos a la sociedad a mantener su poder de representación, rechazando el regreso de la dictadura y solidificando, mediante el voto por Ollanta Humala, con una actitud activa y vigilante, nuestro orden democrático. El nuestro es un llamado esperanzado y optimista a la unidad nacional: este 5 de junio, los peruanos debemos defender, a través de un voto responsable y cívico, nuestra dignidad, nuestra libertad y nuestra democracia.

Atentamente,


1. Alfredo Bryce Echenique DNI: 10840740

2. Abelardo Oquendo Cueto DNI 07774567

3. Alfredo Pita DNI O6519037

4. Andrea Cabel García DNI: 41624669

5. Alexis Iparraguirre DNI: 08157171

6. Antonio Angulo Daneri DNI 09641914

7. Alonso Rabí do Carmo DNI: 08231094

8. Armando Arteaga DNI: 07315586

9. Bernardo Rafael Álvarez DNI: 25486055

10. Carlos López Degregori DNI: 07770757

11. Carmen Ollé DNI: 07584661

12. Carlos Yushimito del Valle DNI: 07525367

13. Carlos Dávalos DNI: 10278109

14. Cecilia Podestá DNI: 41028393

15. Claudia Arteaga DNI: 42500425

16. Christian Reynoso DNI: 01345870

17. Carlos Chang Cheng DNI: 41016348

18. Daniel Alarcón DNI: 46678140

19. Diego Trelles Paz DNI: 10770076

20. Diego Otero Molinari DNI: 09870763

21. Diego Salazar DNI: 4113601

22. Domingo de Ramos

23. Dante Castro Arrasco DNI: 25402972

24. Enrique Planas Ravenna DNI: 99644304

25. Emilio Bustamante DNI: 10811698

26. Ezio Neyra Magagna DNI: 40762566

27. Eloy Jáuregui DNI: 07224437

28. Ernesto Escobar Ulloa DNI: 09867828

29. Eduardo González Viaña DNI: 18172685

30. Eduardo Adrianzen Herrán DNI: 07243932

31. Edward Chauca DNI: 40401930

32. Emmanuel Velayos  DNI: 44316736

33. Elba Luján DNI: 08265468.

34. Fernando Iwasaki DNI: 06517306

35. Fernando Obregón Rossi DNI: 07227030

36. Félix Terrones DNI: 40730345

37. Fredy Roncalla  DNI: 06350138

38. Gabriela Wiener Bravo DNI: 10141561

39. Gustavo Faverón Patriau DNI: 09297955

40. Gustavo Rodríguez DNI: 07864321

41. Grecia Cáceres DNI: 09817275

42. Giancarlo Stagnaro DNI: 10003659.

43. Gladys Basagoitia DNI: 2857375AA

44. Giancarlo Huapaya Cárdenas DNI: 40204049

45. Hildebrando Pérez Grande DNI: 07565635.

46. Harold Alva Viale DNI: 80654533

47. Juan Carlos Ubilluz DNI: 25728798

48. Juan Manuel Robles DNI: 40037861

49. Jorge Eduardo Benavides Pasaporte: 0426237

50. José Carlos Yrigoyen DNI: 10273153

51. Jorge Frisancho DNI: 07862021

52. Jaime Rodríguez DNI: 104349

53. Jorge Eslava DNI: 25680876

54. Julio Villanueva Chang DNI: 09310462

55. Juan Cristobal DNI: 08705429

56. José Antonio Galloso DNI: 09868715

57. José Güich Rodríguez DNI: 07272400

58. Juan Carlos Lázaro DNI: 07377888

59. Jeremías Gamboa DNI: 1017958

60. Julio Carmona DNI: 02874377

61. José Luis Ayala DNI:  08265468.

62. Jorge Hurtado Caballero DNI: 18173267

63. Luis Hernán Castañeda DNI: 41308217

64. Luis Freire Sarria DNI: 06628179

65. Luz Vargas de la Vega DNI: 40361721
66. Luis Alvarado DNI: 40954900
67. Mario Vargas Llosa DNI: 06625243

68. Miguel Gutiérrez Correa DNI: 06117054

69. Miguel Ildefonso DNI: 07466249

70. Martín Guerra Muente DNI: 07535897

71. Maurizio Medo DNI: 06026716

72. Mariela Dreyfus Vallejos DNI: 07605386

73. Miguel Ruiz Effio DNI: 07524759

74. Max Palacios DNI: 07877452

75. Oswaldo Chanove DNI: 29218873

76. Olga Rodríguez Ulloa DNI: 41898752

77. Oscar Málaga DNI: 6534288

78. Otilia Navarrete  DNI  08809979

79. Pedro Escribano Taipe DNI: 06105118

80. Patricia de Souza Pasaporte: 09zz 20696

81. Percy Encinas C. DNI: 08266219

82. Pedro Flecha DNI 07819392

83. Rodolfo Hinostroza DNI: 06644071

84. Roger Santiváñez DNI: 08104162

85. Ricardo Sumalavia DNI: 25564248

86. Rosina Valcárcel DNI: 07330070

87. Richard Parra DNI: 07507025

88. Rodolfo Ybarra DNI: 09441432

89. Rafael Inocente DNI: 0868800

90. Rafael Espinosa Montoya DNI: 08261475

91. Rossella Di Paolo DNI: 08260130.

92. Reynaldo Santa Cruz DNI: 07818386

93. Ricardo Falla Barreda DNI: 07912786

94. Santiago Roncagliolo DNI: 10264193

95. Sergio Galarza Puente DNI: 10341313

96. Sandro Chiri DNI: 10146966

97. Tatiana Berger Vigueras DNI 07731870

98. Tulio Mora Gago DNI: 06644613

99. Teófilo Gutiérrez Jiménez DNI 06022047
100. Ursula León DNI: 40007116
101. Victoria Guerrero DNI: 09645644
102. Víctor Quiroz DNI: 41014992
103. Víctor Coral Cordero DNI 06623187

104. Violeta Barrientos DNI: 09816811

105. Walter Lingán DNI: 23522780

106. Willy Gómez Migliaro DNI 08675086

107. Wilfredo Jesús Ardito Vega DNI: 06522399.

108. María Elisheba Fuenzalida Bustamante Pasaporte: 2666144

109. Gabriel Arriarán DNI: 10296344










25 de mayo de 2011

Algunas perlas ecuatorianas

Francisco Hinojosa
"Escribo porque se me llena la cabeza de ideas. Escribo porque es una forma de estar solo y acompañado a la vez"

Alga Marina Elizagaray, citando a José Martí
"Nadie debería morirse mientras pueda servir para algo.

"Los niños son los que saben querer"

"La ingratitud de los hombres es la gran pena del mundo".

"Sólo es grande el hombre que nunca pierde su corazón de niño".

Anna Lavatelli 
"Escribir me ha proporcionado un profundo bienestar del alma
que casi me atrevería a llamar felicidad".

"Siempre hay que dejar al lector una posibilidad de interpretación".

"Los escritores somos malos, perversos, nos gusta complicar las cosas"


Gonzalo Moure
"Cada hombre es el niño que fue. Cada niño es el hombre que será."


"A Andersen, hoy día, no le darían el Premio Andersen".


Gonzalo Moure citando a Murakami
"Así es la escuela: lo más importante que aprendemos en ella es que lo más importante no se puede aprender en ella".






* Como había prometido, estas son algunas de las perlas que se pronunciaron la semana pasada en el Encuentro Internacional de Escritores organizado en Quito por Girándula y la Academia de Literatura Infantil y Juvenil, al que tuve la suerte de asistir como ponente. 

** Las imágenes muestran a los participantes, en actitudes más y menos circunspectas: foto de grupo a la salida del segundo almuerzo / los carteles oficiales / Francisco Hinojosa y Soledad Córdova / el busito hacia la comida. ¿Se nota que fue uno de los mejores encuentros a los que he asistido?

23 de mayo de 2011

"Una escritora conocidísima"


Hoy he recibido un mensaje de mi amigo David:

"Lamento decirte que en la página papyrefb2.net, Habitaciones cerradas es el libro más popular entre las descargas. Ahora sí que eres una escritora conocidísima: estás en el top ten de los pirateados".

Por la noche, alguien que me quiere me manda el enlace al blog Atalaya de la vida humana donde alguien llamado Francesco Spinoglio, a quien no tengo el gusto de conocer, afirma lo siguiente:

"Hoy es día de Sant Jordi y la mayoría están paseando por el centro de Barcelona en busca de la última novedad de Planeta, algún bodrio recién salido del horno de Care Santos y compañía. Pensar en esa multitud falta de criterio y controlada por la publicidad me remite inevitablemente al título de la nueva novela de..."

y en este punto el texto vira hacia el reseñismo y sigue adelante, con esa seguridad en las aseveraciones que siempre envidio en los iluminados.

Está claro que algo está ocurriendo allá afuera, navegantes del silencio.

22 de mayo de 2011

Feria del Libro de Sevilla

El domingo 29 de mayo estaré
en Sevilla, en la Feria del Libro.
Este es mi plan:

-De 12 a 13. Caseta FJML (nº6)
-De 13 a 14. Librería Troa Tarsis (nº 53)
-De 19 a 20: Librería Palas (nº48) 
-De 20 a 21. Caseta FJML (nº6) 

Ojalá nos veamos allí

20 de mayo de 2011

El sol esperando

A veces, lo mejor de un viaje es una conversación de diez minutos con un desconocido. Me ocurrió ayer por la tarde. Decidí portarme un poco mal, faltar a las conferencias de la tarde y ver un poco la ciudad con el mayor centro colonial del mundo. Tomé un taxi y le pedí al conductor que me llevara a la Plaza Grande. Por el camino, el taxista hablaba (como todos los taxistas del mundo) del tiempo (ah, ese tema universal). 
El tiempo en Quito es más que un tema socorrido de conversación. Me contaron una especie de chiste local y archisabido que dice: Si no te gusta el clima de Quito, espera quince minutos. Es bastante valorativo de lo que ocurre aquí: llueve, sale el sol, sopla el viento, hace frío o te abrasas, todo en una mañana. La cosa es que cuando hice la maleta, los pronósticos anunciaban chaparrones interminables, pero una vez aquí, el sol lució casi todo el tiempo. Un fantástico regalo que me hizo la ciudad andina, por cierto.
De todo esto hablábamos con el señor taxista, de nombre Ángel, pluriempleado del hotel Quito (a ratos pasea turistas y a ratos ejerce de botones) cuando me dijo:
-Mire, ¿ve? Y hoy, hasta el sol se está portando bien. Normalmente se esconde a las seis, pero hoy -miró el reloj, eran las seis y veinte- se está demorando. Ha tenido mucha suerte.
Qué bonita la imagen del sol esperando a que yo llegue a mi destino. No me había pasado en ninguno de los países en los que he estado. Son dos motivos más para volver. El sol de Quito y Ángel, el taxista.
 

* En las imágenes, la Plaza Grande hace unas pocas horas, con el sol aún esperando y la calle del Suspiro, de Olmedo o del Beaterio, cualquiera sabe. ¿O es la calle del suspiro por Olmedo? Quito me entiende.

19 de mayo de 2011

Cómo viajar a Quito y no ver Quito

Estos días participo en un Encuentro Internacional de Escritores de Literatura Infantil y Juvenil en Quito (Ecuador). Muy interesante y bastante maratónico. Será porque el evento se inscribe en un festival estupendo llamado Maratón del Cuento, que este año celebra su sexta edición. 
Como no hago otra cosa que escuchar colegas conferenciar, conferenciar yo misma, comer en grupo con los colegas, inaugurar cosas y alguna que "otra hierba" extraña (como cenar en la embajada, anoche) no se puede decir que haya visto mucho de Quito: la vista desde mi habitación del hotel, el tramo que separa el hotel del centro de congresos donde paso el día, una lomita donde estuve anoche, tan brevemente que ni me aprendí su nombre... No he podido dar ni un paseíto, aunque esta tarde voy a escaparme sin decirle nada a nadie, a ver si consigo ver el maravilloso centro de la ciudad, el primero en ser declarado Patrimonio de la Humanidad, hace más de 30 años. En fin, os dejo algunas de las imágenes que le he robado a esta estancia. En otra entrada, menos frívola, compartiré algunas de las interesantes palabras que se han pronunciado aquí ayer y hoy.





13 de mayo de 2011

Descalabro libresco en un séptimo piso

Ayer por la tarde había quedado con los chicos (y chica) del programa Qwerty de BTV, que iban a entrevistarme. La cita era en Casa Fuster y esperábamos poder grabar algunas escenas desde la terraza, que tiene unas estupendísimas vistas sobre el Paseo de Gracia, casi protagonista de mi última novela. 
La entrevista tuvo lugar en el Café Vienés de la planta baja, pero luego subimos al bar Blue View, de la azotea, donde, bajo la mirada curiosa de turistas en albornoz, se desarrolló una parte de la entrevista. Luego, el cámara tomó imágenes "de recurso" para armar el reportaje: encaramó el libro a las columnas de la balaustrada y luego a la balaustrada misma. Yo, que para algo soy madre de familia experta en coscorrones y caídas, nada más ver la ligera inclinación que adoptaba el ejemplar de mi novela sobre la baranda, en precario equilibrio a muchos metros del suelo, vaticiné: "Se va a caer".
Dicho y hecho. No sé si fue el aire o el demonio, pero el ejemplar cayó. 
¿Sobre el Paseo de Gracia, desde una altura de 7 pisos? ¡No! 
¿Sobre un transeúnte? ¡No!
Sobre un balcón al que asomaban las dos ventanas de una habitación de la quinta planta.
El libro se descuajaringó un poco y perdió la sobrecubierta, pero el problema no fue ese. Dentro del ejemplar, David Guzmán había guardado una documentación importante que también yacía ahora en el balcón, dos pisos más abajo. 
Llamamos a un encargado, quien llamó a otro encargado, quien después de cerciorarse de que la habitación estaba ocupada por dos turistas ingleses que dormían la siesta, nos dijo que el libro sería recuperado cuando los turistas salieran a cenar. 
Yo tenía otra cita y tuve que marcharme antes de llegar al final del asunto (algo fatal para un novelista, desde luego). Desde la calle me di cuenta de que los empleados del hotel seguían observando con curiosidad o inquietud el ejemplar descalabrado. Si os fijáis bien en la última foto, les podréis ver, arriba, a la derecha, como dos motitas. La tercera motita es David Guzmán, que continuaba con su trabajo.

La bloguera dicharachera no pudo resistir la tentación de fotografiarlo todo -¡tengo un blog que mantener!- y hoy os sirvo la crónica de este incidente libresco, y aprovecho para daros un consejo de gata vieja: nunca dejéis un libro solo sobre una baranda a siete pisos de altura. Ah. Y nunca guardéis documentos importantes entre las páginas de un libro.








12 de mayo de 2011

11 de mayo de 2011

¡Club de Lectura!


No creo que haya experiencia más gratificante para un escritor que asistir a un club de lectura de algún libro suyo. Yo los frecuento tanto como puedo. Me encanta discutir de mis personajes, hablar de ellos como si fueran miembros de la familia, escuchar esas interesantes aportaciones que los lectores hacen a las novelas. A veces mis lectores y yo no compartimos puntos de vista, y es sensacional: enriquece mucho ver qué despiertan tus ficciones en los demás, conocer otras perspectivas, tan válidas como la mía. A veces compartimos ese tejido íntimo de las emociones, y es increíble.

Ahora, Internet y Planeta -¡vaya dos!- ponen a mi alcance un sueño: un Club de Lectura virtual. Va a empezar a finales de este mes , más o menos coincidiendo con la Feria del Libro de Madrid. La excusa será mi última criaturita -y creo que la más guapa hasta el día de hoy-, Habitaciones cerradas. El lugar, Facebook. Los participantes, vosotros, ellos, nosotros. El caso lleva, además, la etiqueta de experiencia pionera, porque al parecer será la primera vez que un autor intervenga, participe y opine -no me atrevo a utilizar el verbo que utilizan ellos: conduzca, ¡yo que no tengo carné!- algo así. 
A mí la idea me gusta tanto como las tres cosas que aúna: los libros, los clubes de lectura (es decir, los lectores) e Internet.
Estoy de enhorabuena, navegantes.
¿Me acompañáis?

Para los que queráis participar, no tenéis más que hacer click sobre el banner que desde hoy aparece en la cabecera y que permanecerá  activo mientras el club respire. Es válido para aquellos que apenas empecéis a leer la novela y también para quienes ya la hayáis terminado. Seguro que nos lo pasaremos en grande.

10 de mayo de 2011

El obrador de la escritura


Durante diez años de mi vida, impartí talleres literarios. Fue una experiencia estupenda, que me sirvió no sólo para conocer a gente muy interesante, sino para aprender muchas cosas, y que siempre recuerdo con muchísimo cariño. Luego, lo fui dejando. Necesitaba concentrarme más en mi propia escritura, necesitaba dejar atrás una etapa de mi vida y conquistar otras. Ahora no puedo decir que imparto talleres literarios pero sí que nunca los he dejado del todo. De vez en cuando, una vez cada seis o siete meses, hago algo que se parece a un taller, cuando me piden una sesión práctica de escritura en un curso de profesores, por ejemplo, cuando hago juegos de imaginación y narratividad con estudiantes de secundaria o cuando me contratan para impartir un taller intensivo en algún lugar que suele ser remoto (el último de estas características lo impartí el verano pasado en Lima y fue de lo más gratificante que me ha pasado últimamente). 
El resto del año, de vez en cuando, alguien me pregunta si aún imparto talleres. Me da pena contestar que no. He descubierto que me entristezco al hacerlo, porque echo de menos los talleres, esa efervescencia de la literatura -de la emoción- compartida. A menudo leo un texto que me entusiasma y pienso: sería estupendo poder compartirlo con otras personas en un taller. A veces algunas madres y padres me preguntan si conozco talleres de escritura para jóvenes. Con verdadera pena, debo decirles que no. Es cierto: apenas conozco iniciativas que inviten a los adolescentes, y a los aún más jóvenes, a escribir. Si tu hijo tiene afición por la música, por la pintura, por la danza, por el teatro... puedes llevarlo a alguna academia. Pero pobre de ti si tu hijo es un fanático de los libros y de la escritura. No hay academias de escritura creativa como las hay de otras manifestaciones artísticas. Es una verdadera lástima, porque los adolescetes tienen una capacidad inimaginable para inventar historias.
En fin. Por primera vez en mucho tiempo, me estoy planteando volver a impartir un taller literario. Pienso en el tipo de taller al que me gustaría -y podría- asistir. Por ejemplo: un intensivo de fin de semana, pensado para personas que ya estén familiarizadas con la escritura, tal vez. Buscaría una casita rural en un lugar bonito. No muy grande (lo ideal son talleres de 10-12 personas, como mucho). Llegaríamos un viernes y habría un primer encuentro con los participantes. El sábado, después de desayunar, tal vez dos sesiones de trabajo y otra por la tarde, acabando a una hora que permita dar un paseo a la orilla del mar, charlar tranquilamente en una terraza o  entablar amistad con los demás participantes. El domingo por la mañana, después de desayunar, una última sesión y el almuerzo de despedida. En total, unas once horas de trabajo y palabras que me relamo imaginando. Dos noches, tres desayunos, dos almuerzos, dos cenas. Y una buena selección de textos y de ejercicios de escritura, que sirvan para despertar imaginaciones dormidas, para ganar confianza, para reencontrarse con la propia pasión por escribir, para encontrar temas que desarrollar más tarde o, simplemente, para disfrutar... Ojalá hubiera existido algo así cuando comenzaba a escribir.
¿Qué os parece, navegantes del silencio? ¿Creéis que funcionaría? Perdonadme, hoy, por pensar en voz alta.

9 de mayo de 2011

Julián Díez habla de la procelosa primavera literaria en Cinco Días

La escritora Care Santos ha detallado en su blog su programa de actos para el sábado, día de Sant Jordi: siete firmas de ejemplares en diez horas, con pausa para el almuerzo. El día antes estará en Madrid para un acto en la noche de los libros. Y es que los escritores son conscientes de que el resultado del año editorial se ventila en gran medida en el periodo que da comienzo con el Día del Libro y se extiende hasta la Feria del Libro de Madrid, en junio. En parte por las ventas concretas, pero también por la creación de una tendencia y unas promociones cuyos resultados durarán hasta bien entrado otoño.



LÉELO


* La foto hay que verla para creerla: Procesión y Feria del Libro juntas y revueltas ayer por la noche, en Granada. La Virgen es la de la Aurora, que ayer fue coronada. Para que luego digan que esto de los libros no es una religión...

5 de mayo de 2011

Cita a las doce y dos

El hombre sólo de forma muy irregular se compromete con lo racional, con el pensamiento, con la mirada, con el aprendizaje, con el conocimiento... De lo que está realmente orgulloso es de sus creencias.


Martin Amis, El segundo avión 
(Anagrama)

4 de mayo de 2011

ORDEN



1.
Me pregunto a menudo
cuál es el lugar de cada cosa,
si sería posible otra distribución
de los recuerdos.

Un modo alternativo de ocupar un lugar,
en el hangar del cosmos.


A un lado, los felices.
Al fondo, los culpables.
En el centro, ah el centro.
Nada llena del todo
este vacío hueco.



2.
A veces me parece
que las cosas detestan
lo que hacemos con ellas.
Desprecian la basura
—nos desprecian—
con que vamos cubriendo
cuanto colonizamos.




3.
Yo no entiendo de orden.
Mi estudio es un triángulo escaleno
oculto bajo pilas de papel y memoria.
También hay desconcierto, pero menos.
Soy culpable, pero de ideas claras.
Sé muy bien dónde puse lo que duele.
Sé muy bien qué montón
no debe levantarse.



4.
Me pregunto a menudo:
si las cosas mandaran
qué harían con nosotros.

3 de mayo de 2011

Crónica del atardecer del 27 de abril en Madrid


Un gripazo inoportuno propicia mi dispersión. Valga como disculpa antes de acometer la crónica prometida, en este mismo sitio, hace un par de días.
Juan Cruz ha dicho en su blog que yo le llamé cascarrabias. Cierto. Y mayor. Cierto y biológicamente verificable. Cuando conocí a Juan Cruz tenía veinte años menos pero era igual de cascarrabias, me parece. Ergo: lo del carácter es un factor externo, no lo da la escritura de ningún blog. Me quedo tranquila.


Algunas de las afirmaciones que se produjeron en el transcurso de esa mesa redonda sobre blogs que tuvo lugar a las 18:30 de la tarde en la sede de la Comunidad de Madrid:

No conozco ningún blog donde se produzca un debate intelectual elevado.
Los comentarios de los internautas me inquietan y me quitan naturalidad.
Los blogs vanalizan la cultura.

Claro que, como ha afirmado Gándara, todo depende de lo que uno entienda por debate intelectual elevado. O lo que uno tenga ganas que le cuelen como tal.


Factores coincidentes en mis dos compañeros de mesa (Juan Cruz, Alejandro Gándara): ninguno de los dos comenzó el blog por iniciativa propia. Para ambos el blog es una especie de extensión de su otra faceta, la más importante, la periodística.


Con todo, debo decir que sigo ambos y ambos me interesan. Me interesó, por eso, la crónica divertidísima en clave de literatura del absurdo que Gándara hizo de las razones que le llevaron y le llevan a escribir su blog, El escorpión, en el diario El Mundo.


Pido disculpas a estos dos señores por haberles mentado lo irremediable. Es decir, la edad. No debí caer tan bajo. Al fin y al cabo, yo también soy veinte años mayor que hace veinte años y los amigos de mis hijos ya me llaman de usted.


Desde el bando, digamos, vocacional, comparecíamos Winston Manrique -quien se supone que moderaba la mesa, pero intervino más que moderó- y yo misma. Ambos defendimos los blogs como una herramienta complementaria, estupenda, por supuesto elevada según quien la ejercite. Puse ejemplos que mis compis de mesa anotaron (y de los que han dado cuenta en sus blogs respectivos, caramba, si lo llego a saber me preparo mejor). Luego yo lancé una pregunta: ¿Hay relación entre escritura diarística y blogs? Juan Cruz dijo sí. Gándara dijo no. Hubo intervenciones del público. Luego, todo terminó porque la vida es así.


Juan Cruz salió antes porque tenía que ir al Bernabeu para luego escribir sobre Mourinho. Los demás, saludamos y seguimos nuestros propios derroteros. Creo que Gándara se fue de allí pensando que soy una idiota. Sólo es una sospecha y, desde luego, está él muy en su derecho. Sólo me inquieta porque yo no le correspondo.


Yo, que tenía ganas de emociones fuertes después del aperitivo bloggero, me fui a la presentación de una antología poética -la única hasta el momento- del Premio Nobel polaco Czeslaw Milosz, en la sede de Círculo de Lectores de la calle O'Donell. Estaban, entre otros, Jordi Doce, Xavier Farré y Andrzej Franaszek. Me gustó escuchar polaco, esa lengua que nunca será mía y, sin embargo, amo. Me gustó apuntar unas palabras del homenajeado que sirven para cerrar esta crónica dispersa y para explicar mi estado de ánimo cada vez que me siento en la mesa de invitados y no entre el público: "Me siento como una vaca que se ha unido a un ballet".


Felices e intelectuales blogs, navegantes.

2 de mayo de 2011

Hacer las paces con Ernesto Sábato 20 años después


Va a parecer oportunista, pero hace apenas un par de días soñé con Ernesto Sábato. Soñé que Ernesto Sábato rectificaba. Conmigo, no con el mundo. Con el mundo no tenía -creo- nada que rectificar, salvo acaso su tristeza perpetua. Rectificaba algo que pasó (que nos pasó) hace unos 20 años.

Conocí brevemente al gran escritor argentino en un acto organizado en Barcelona por Círculo de Lectores. Yo acudía en calidad de deslumbrada periodista de provincias, después de leer El Túnel. Él, me pareció, estaba triste y ojeroso. Poco después supe que no estaba, sino que era triste y ojeroso. Por fortuna, nuestra lengua nos permite matices tan fundamentales como este.

Me acerqué para que me dedicara el libro en la preciosa edición que acabábamos de presentar -y sobre la que yo escribí en mi periódico al día siguiente-, ilustrada por José Hernández y con preciosas cubiertas de tela cenicienta. Aguardé con paciencia mi turno en la cola. Creo que es la única vez en toda mi vida que he hecho algo así. No soy mitómana, pero entonces era cándidamente joven y el efecto de la novela recién leída era muy grande.
Cuando me tocó el turno, Sábato me preguntó mi nombre. 
"Care Santos", respondí.
"¿Cómo?", frunció él la ya de por si fruncida -y bruñida- frente.
"Care Santos", repetí, silabeando.
"¿Careeee?", preguntó, alargando la segunda sílaba, "¿qué nombre es Care?".
"Macarena", dije yo, antes de añadir: "pero no lo uso, prefiero Care".
Don Ernesto Sábato garabateó algo en las guardas de mi ejemplar. Una frase brevísima, en letra minúscula y tinta roja. Más que una dedicatoria, parece una corrección profesoral. Cuando me lo devolvió, dijo:
"Yo no pongo tonterías".
Había dedicado el libro "Para Macarena, cariñosamente". No iba errada: no era una dedicatoria, era una corrección. Tinta roja, antipática letra de disconforme, ese nombre en el que no me reconozco.
Sábato y este episodio es el responsable de que cada vez que algún lector o lectora me dice que utiliza un diminutivo, sobrenombre o seudónimo, yo le pregunte: "¿Qué prefieres que ponga?". Y por supuesto, pongo lo que me piden, por extraño que me parezca, por respeto al gusto ajeno.

Decía que hace unos días soñé con Sábato. Estábamos en el sofá de mi casa, tomábamos galletas y sorbíamos café. De pronto él tomaba mi ejemplar de El túnel, iba a la primera página -saltándose las guardas, en las que jamás, pero jamás debe estamparse dedicatoria alguna- y escribía, justo debajo del título de su novela escrito en letras de molde: "Para Care Santos, cariñosamente. E. Sábato". 
No ocurría nada más. Más que un sueño parecía un comercial.
Al día siguiente, en el Telediario, dijeron que Sábato había muerto. Salió su hijo, una especie de versión despeinada del escritor, diciendo que era un gran tipo. Yo sentí que su padre y yo estábamos en paz, después de tanto tiempo.

1 de mayo de 2011

Supermami de 23 de abril