5 de junio de 2006

Qué de acuerdo estoy

El mundo no es un sueño;
el dolor: la condena del recuerdo.

Nacida en cautividad, Ángela Vallvey (Algaida, 2006)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie nos dijo que vivir era fácil, nadie lo hizo. No vivimos engañados, o engañada en mi caso, no podemos ampararnos en la firma de un contrato imaginario, ni podemos reclamar la parte de felicidad que se supone que nos toca. Pero ¿Sabes? Lo malo de subir muy alto, tener lo que siempre se ha deseado, ser la persona que todos envidian, tiene su cara oculta en lo fácil que resulta luego caer porque cualquier cosa que no se parece a eso que teníamos parece un fracaso. Pero no. Las cosas no son tan drásticas. Y yo sigo admirando a las personas que han luchado, o luchan, con todo lo que tienen, a las que no podrán decir que no lo han intentado, y por eso te admiro (por eso y por mil cosas más que sólo te digo a tí). Yo de mayor quiero ser como Care.

José Ignacio Montoto dijo...

El mundo es una balsa de aceite,
a la espera de la tempestad,
repleto de peces
que pasean por la arena,
mientras el hombre,
permanece sumergido
en su amniótico sueño.

mireias32 dijo...

Mmmm... Disiento. El dolor nos hace estar vivos...

Anónimo dijo...

La felicidad también...